Adiós Marbella Adiós

Curiosidades que tiene la vida, hace justo tres meses organizaba mis maletas para embarcarme en una aventura que me hacia especial ilusión, salía rumbo a Marbella para llevar a cabo una experiencia que parecía maravillosa. Y hoy tres meses después hago maletas, recojo mis cosas y en dos días pongo rumbo a mi casa, a mi hogar, con los míos a mi Cáceres del alma. Con la ilusión de volver de donde nunca debí salir, quise ser valiente y lo fui, pero la valentía a veces no es suficiente cuando el resto de circunstancias no te acompañan.

Han sido tres meses duros muy duros, donde he tenido que demostrar mi valía y aún así no ha válido para quedarme.

He descubierto la cara fea del golf, aquella que muchos no conocen o no quieren conocer, he descubierto que ser mujer en este mundo es muy difícil, que hay muchas zancadillas y obstáculos que superar, he descubierto que cuando hablas y dices lo que piensas te vetan, en pleno siglo XXI aún hay censura, que cuando dices verdades como puños eres mala, y te quitan del medio. Que sí demuestras que eres inteligente te van minando para que creas que eres tonta y torpe, que hay gente cruel en este mundo del golf que muchos queremos y amamos. Que sólo conocía la cara amable de este deporte, pero cuando conoces otros niveles y otros aspectos, te das cuenta que esta igual de corrupto que el resto de los deportes.

Que hay piratas, muchos piratas, que no saben de este mundo, que los valores que todos conocemos ellos los desconocen, que la humildad para una gran mayoría no existe y que aquellos que llevamos acabo estos principios somos los buenos de la película, pero en las pelis siempre ganan los malos y los piratas se quedan con el tesoro.

Han intentado callarme, pero no lo han conseguido ni lo conseguirán por que seguiré luchando por que el valor de la honestidad en el golf sea el principio fundamental de este deporte.

Me voy con la cabeza muy alta y la conciencia muy tranquila por haber hecho lo que el corazón me dictaba.

Mi próximo post será desde Cáceres mi querida y amada Caceres.

Agradecer a todos los que me habéis enviado tanta fuerza y cariño para superar esta mala experiencia, me he dado cuenta de que hay mucha gente que me quiere y aprecia, yo también os quiero.