lunes, 30 de marzo de 2015

Ese mundo llamado golf


Desde que nos conocimos, el golf y yo hemos tenido una relación de amor y odio, llena de momentos de pasión, de llevarnos bien unas veces y otras mal o muy mal.
Pero siempre hemos llegado a ese punto de reconciliación que nos hacia disfrutar el uno del otro.
Al golf le debo mucho he encontrado a los mejores amigos, sobre todo a uno que se ha convertido en ese hermano mayor que nunca he tenido, que cree en mi con los ojos cerrados al igual que yo creo en el.
Pero también le debo algunos enemigos, por defender siempre causas perdidas o por decir verdades como puños, ya me lo dijo mi abuelo eres tan buena que esta actitud te hará sufrir mucho en la vida.
También tengo defensores y detractores, los defensores siempre están ahí a ese lado que necesito para seguir luchando por un golf justo en nuestro país y para que la voz de nuestros golfistas que más luchan y pelean tengan un lugar digno, aquellos que viajan y compiten con presupuestos muy ajustados y que apenas tienen patrocinadores que les ayuden en sus carreras.
Los detractores siempre están en el lado oscuro esperando un pequeño fallo para criticarme y hacer que me caiga, pero me levanto, siempre me levanto.
Llevo meses sin tocar un palo y sin pisar un campo, pero sigo amando este deporte y no voy a dejar de amarlo y odiarlo como hasta ahora. Por que se que algún día todos mis esfuerzos se verán recompensados y me escucharán, alguien me escuchara y me apoyara.
Estoy en ese punto de mi vida golfistica que no hecho de menos jugar pero sigo teniendo fuerza para vivir el golf en otro sentido y viéndolo desde la tribuna.
Observando, mirando y escuchando se aprende cada día, más que cuando estas en acción, no estoy en un momento pasivo, sólo estoy en un momento de reflexión sobre este deporte y todo aquello que le rodea, lo bueno, lo malo, los que lo amamos, los que lo utilizan para llenarse los bolsillos, los que lo critican y los que lo alaban.
Sólo estoy preparando mi nueva etapa en este mundo, no es una despedida, es un hasta luego, a veces necesitamos descansar o desconectar para volver con ganas y renovados.
Pero mi querido golf y mis queridos golfistas sigo aquí y seguiré siempre por que ya no podría vivir sin la adrenalina de los resultados.
Os sigo como siempre en silencio por que el momento lo requiere, pero no puedo dejar de apoyar y defender a este maldito deporte al que tanto amo.

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