Tres días me han bastado para hacerles entender a un equipo de niños las diferencias que existen entre equipo y grupo, jefe y líder y los beneficios que aporta el trabajar en equipo y seguir a un líder.
El primer día no entendieron por que yo estaba en sus entrenamientos hasta que les explique que para que sus partidos los fines de semana fueran un éxito tendrían que trabajar todos juntos, que lo que cada uno de ellos aportara es beneficioso para el resultado final, cada uno aporta lo de mejor de sí mismo para llegar a un objetivo común, ninguno es mejor que el otro, cada uno tiene una virtud que ayuda al resto de compañeros. En un equipo no se compite entre los miembros, es el equipo el que compite en conjunto, no hay individualismos.
Entendieron la importancia de animarse unos a otros a correr a pelear por un objetivo común disfrutar y llegar al éxito.
Sin ponerse zancadillas ni enfadarse con los compañeros por que entrenaron mejor que él.
Los equipos triunfan por que es la suma del esfuerzo de todos, sí uno gana, gana todo el equipo por eso todos van vestidos del mismo color por que lo importante es el conjunto.
El segundo día tuve que explicarles la figura del líder en el equipo, todos querían ser líderes por que pensaban que el líder manda sobre los demás, tuve que sacarlos de su error y decirles que el líder es mejor que el jefe, un lider motiva y no da órdenes, da consejos para que todo salga bien, es uno mas del equipo, se preocupa por todos los miembros y celebra los éxitos con ellos.
Una vez entendido esto, todos estuvieron de acuerdo en que el líder de su equipo era el entrenador por que les abrazaba cuando ganaban, les aplaudía en los entrenamientos y no se enfadaba sí perdían, pero les animaba para ganar el siguiente fin de semana.
El tercer y último día tocó explicarles que el éxito se consigue poco a poco, trabajando duro y con constancia y que por eso debían entrenar, para ganar los fines de semana.
Y que aunque a veces se pierda lo importante es el esfuerzo realizado por todos, por eso no son peores sino que hay otros que también están trabajando y entrenando para ganar.
Mis reflexiones después de estos tres días han sido muchas pero la más importante es la siguiente, todavía estamos a tiempo de salvar a las generaciones que vienen detrás de nosotros, solo hay que explicarles bien los conceptos para que sepan hacer un mundo mejor, nosotros no hemos sabido hacerlo.
Quizás se debería invertir más en educación moral, de principios y valores y dedicarle un poco más de tiempo a los pequeños, sí los escuchamos con atención tienen la respuesta a muchas preguntas que los adultos nos hacemos a diario.
La educación deportiva debería ser mucho más importante ya que enseña unos valores que son fáciles de aplicar a la vida diaria tanto de niños como de adultos.
Debemos educar personas, no individuos, crear equipos no grupos, el trabajo y la constancia llevan al éxito y a los objetivos marcados.
El día que los valores, la moral y los principios estén por delante de los títulos este mundo podrá ser feliz.
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