Unas caddies de mucha altura

En el post de hoy me traslado hasta Bolivia, para conocer un campo de golf muy especial y con unas caddies muy peculiares.

El campo en concreto se trata de La Paz Golf Club, situado a 12kms de la capital boliviana. Fue fundado por ingenieros británicos destinados allí para construir la línea de ferrocarril entre Los Andes Bolivianos y los puertos chilenos sobre el Pacífico.

Un campo con 18 hoyos y 66 hectáreas de extensión, construído a 3.342 metros sobre el nivel del mar, este dato le hace ser el campo a mayor altura construido.

Sí esto le hace ser peculiar seguid leyendo para conocer por qué es muy especial. Está dirigido por una mujer, Susana Ariñez, la cual ha elegido a otras seis mujeres para llevar a cabo las labores de mantenimiento del campo y además ejercer de caddies en competiciones oficiales.

Estas seis mujeres son indígenas de la zona, concretamente "aymaras", por lo que sus vestimentas no son las que cualquier caddie llevaría, ellas van ataviadas con sus faldas gruesas llenas de numerosos pliegues, conocidas con el nombre de "polleras" y sus jerséis de lana de alpaca.

Durante las competiciones oficiales ejercen su trabajo de caddies y una vez finalizadas sus tareas, es habitual verlas entrenar su swing, con sus características vestimentas, todo ello para estar a punto para el torneo que cada año disputan entre ellas, y que cada año va ganando adeptos entre los aficionados, en las instalaciones del club.

Un swing que perfeccionan con soltura a pesar de sus ropajes y de un material que precisamente no es el más moderno del mercado, juegan al golf con material antiguo propiedad del club.

Como os prometí hoy el blog ha estado a una gran altura, concretamente a 3.342 metros y con unas mujeres muy especiales.

Espero y deseo que os haya gustado, os espero en mi próxima entrada, en la que os seguiré contando historias de mujeres y golf.

Mientras tanto os deseo mucho golf y buen swing.

Un abrazo MariaJo.

Os espero la próxima semana, con la historia de una mujer que nos abrió puertas a todas las españolas en el mundo del golf.

Dorothy Campbell, la Mary Poppins del Golf

Sí hay algo que me gusta tanto o más que jugar al golf es escribir sobre él y descubrir parte de su historia. Quizás sea por deformación, investigar y descubrir personajes e historias apasionantes, por algo soy Licenciada en Historia.

Hace unos días os hablaba de como fueron los primeros años de esas mujeres pioneras en el golf, hoy me detengo en Dorothy Campbell, considerada y reconocida como la primera golfista profesional de la historia.

Dorothy nació en 1883 en una familia de hombres, vinculada al golf, su abuelo, su padre y sus ocho tíos practicaban este deporte, por lo que no es de extrañar que con tan sólo 18 meses ya realizaba sus primeros swings, con cinco años competía contra sus hermanas, para ella su hábitat natural fue crecer entre palos y bolas de golf.

En tan sólo siete años consiguió ganar diez campeonatos nacionales en América, Inglaterra, Escocia y Canadá.

En 1909 Dorothy participó en el Campeonato Británico Royal Birkdale, donde estuvo a punto de ser descalificada al olvidarse de informar al comité de competición de los resultados de su tercera vuelta.

Una reunión extraordinaria de este comité decide que siga compitiendo en el campeonato, esta decisión sin precedentes y su aventajada posicion sobre el resto de jugadores proclaman a Dorothy campeona en la última jornada del campeonato.

Esta victoria le vale para conseguir ser invitada a jugar en Estados Unidos. 

Este acontecimiento cambiará su vida y por supuesto la historia del golf femenino.

Con 41 años gana el US Woman's que la convierte en la jugadora más veterana en hacerlo y en un referente para todas aquellas mujeres que comienzan a jugar al golf profesionalmente.

Así es como llega a ser una pionera en este deporte, al ser la primera  que juega circuitos profesionales.

A lo largo de su trayectoria, gana más de 700 premios, con un palmarés inigualable se convierte en una estrella de este deporte a nivel mundial.

Conocida por su particular atuendo, con grandes sombreros y un swing innato y elegante el golf profesional se rinde ante ella. Algunos consideraban que su swing era de otro mundo.

Su trayectoria termina trágicamente al caer desde la plataforma de un tren en marcha, no superó sus heridas y falleció.

Para entonces ya había entrado en la historia del golf por la puerta grande.

En 1978 el Salón Mundial de la Historia del Golf la reconoce oficialmente como la primera golfista profesional.

Sin duda una historia y una biografía apasionante que hacen que haya un antes y un después en el golf femenino.

Gracias Dorothy por abrirnos el camino.

Mi próxima publicación seguro que también os gustara, os contare la historia de unas caddies muy particulares y especiales.

Mientras tanto a ser felices y a disfrutar del golf.

Ahhh y muchas gracias a todos los que me leéis y compartís mis publicaciones.

Las primeras damas del golf

Hoy en día es muy habitual ver mujeres en casi todos los campos de golf, pero para llegar hasta aquí hubo un grupo de pioneras que lucharon y nos abrieron el camino.

Las primeras mujeres en los clubs de golf  data de aproximadamente mediados del siglo XIX, que es cuando este juego comenzaba a practicarse entre las damas de la alta sociedad, con algunas reglas un tanto particulares, como por ejemplo no elevar el palo por encima del hombro, y un atuendo que limitaba todos sus movimientos, este consistía en una falda larga y amplia que se sujetaba a las piernas con cintas elásticas a la altura del tobillo, simulando a los pantalones bombachos que utilizaban los hombres. 

Pero esta indumentaria y comportamiento tan decoroso pronto pasaría a la historia, ya que en 1893 se crea la Unión de Mujeres Golfistas, lideradas por Issette Pearson jugadora que quedaría en segunda posición en el primer Campeonato Británico Amateur para mujeres, que se celebró ese mismo año.

En ese mismo año y en Estados Unidos las mujeres también comenzaban a tomar iniciativas en este deporte.

Las esposas de los miembros del club Shinneckoc Hills Club los convencieron para que les construyeran un campo de 9 hoyos alternativo para así poder jugar ellas cuando algunos de los miembros se negaban a compartir campo con las damas.

Pero es en 1894 cuando un grupo de damas en Nueva Jersey, decide fundar su propio club con un campo de tan sólo siete hoyos.

Este dato hace que las mujeres americanas muy pronto se pongan a la altura de las mujeres inglesas.

Ellas fueron las que nos abrieron el camino a todas las mujeres hacia este deporte que tan pronto odiamos como tan pronto amamos.

Esto nos demuestra que nunca hemos tenido las cosas fáciles pero que al final siempre tenemos nuestro lugar.

Curiosamente los últimos datos sobre federados nos muestran el crecimiento notable de las mujeres entre los federados, mientras baja el número de licencias masculinas.

Nombres como Dorothy Campbell, Cecil Leitch, Joyce Wethered o Muriel Dodd son algunos de los que han hecho historia en los primeros años del golf femenino.

En mi próxima entrada os hablare de Dorothy Campbell la primera mujer golfista, una historia apasionante y también llena de piedras en el camino.

Mi Open de España

Sin duda un Open de España muy intenso el vivido este año, he sufrido, he disfrutado, he conocido la cara más dura de Valderrama, Pablo Larrazabal describía al campo haciendo la siguiente comparación "es como salir al ring con Mike Tyson", esta frase nos ha hecho ver la dureza del campo en estos cuatro días.

Un Open en el que sólo estaba pendiente de la armada española, los demás casi no me interesaban ni me importaban demasiado, más de 20 españoles estaban en el campo y tenía y debía disfrutarlos.

Por todos es sabido la dureza de nuestro querido Valderrama y sus dificultades, pero eso es lo que nos hace dejarnos envolver por este campo.

He disfrutado viendo pelear a nuestra armada con resultados tan duros que muchos se quedaron en el camino de conseguir el preciado Open.

Un Sergio García casi desaparecido durante las tres primeras jornadas, nos hacia vibrar y llegar a pensar en el hoyo 17 de la última ronda, que podía alzarse como campeón, nuestro Open tendría un gran sabor español. Un boguey al 18 nos hizo volver a la realidad. Pero conseguía terminar como tercer clasificado con un +3.

Pablo Larrazabal se desmoronaba en la última jornada después de tres rondas apoteósicas, Valdarrama se lo tragaba y no pudo salir del fondo.

Pero sin duda mi jugador y el de muchos ha sido el gran Pep Angles, jugador al que sigo desde que era amateur, para algunos ha sido un descubrimiento.

Con menos de un año en su aventura profesional ha estado situado en el Top Ten, en la última jornada llego a estar situado como T3.

A sus 23 años ha demostrado una madurez exquisita, ha sabido estar a la altura en todo momento y ha dado unas lecciones de golf que yo llamaría magistrales.

Y por último descubríamos a Andrew Johnston, jugador inglés de 28 años, que entraba en Valderrama como 233 del ranking mundial y salía cuatro días después como vencedor de un Open de España que sin duda ha dado y dará que hablar en los próximos días, con +1 total y como el único jugador que hizo bajo par a nuestro emblemático campo en la última ronda. 

"Beef" supo hablarle de tu al campo, cuando los demás le hablaban de usted.

Y por supuesto mi enhorabuena por demostrar de nuevo que este deporte es muy solidario, gracias a Sergio García y su Fundación se han conseguido recaudar 65.000 euros para la lucha contra el cáncer. 

Sergio con su fundación ha conseguido hacer Hole in One en Valderrama.

Sí puedes soñarlo, puedes lograrlo

Dicen que hay fechas e imagenes que quedan grabadas por siempre en nuestras cabezas y retinas. Para un runner sin duda es esa imagen entrando por meta el día que consigue ese reto marcado por el que ha trabajado duro.

Mi fecha sin duda será este 10 de abril, ese día que cruce la meta de la Media Maratón de Cáceres, ese día soñado hace unos meses cuando entraba como una loca en este mundo del running.

10 meses después de correr mis primeros 3 kms corría 21K.

Ha sido un camino duro y difícil, con piedras, caídas, algún que otro tropezón, pero ahí estaba en la línea de salida una vez más rodeada de esa ola naranja llamada crazyrunner.

Con un dorsal para no olvidar, con equipacion nueva de mi club, con ilusión y con nervios muchos nervios, me enfrentaba a esta distancia.

He de reconocer que también me asaltaron dudas, he tenido miedo, pero intentaba visualizar el momento de entrada en meta y eso me hacía a seguir adelante, no quería soñarlo, quería lograrlo.

Meses de entrenamiento, acompañada, en solitario pero con un reto en mente. Lesiones que me han apartado por días y me alejaban de conseguir el objetivo.

Días de lágrimas por no poder correr, por no hacer los tiempos que quería, pero después de 40 días lesionada y tres semanas de entrenamiento antes de la fecha fijada allí estaba preparada.

Me puse mi música, me cargue de ilusión y fuerzas y comenzaba a correr, guardando fuerzas desde el principio sin saber como iban a reaccionar mi cuerpo y mi cabeza.

Me fui poniendo pequeñas metas para alcanzar la meta soñada, durante toda la carrera. No perder el globo que indicaba las dos horas de carrera, ver cerca alguna camiseta de mi club, y NO ver la bicicleta de final de carrera. Así fui sumando pasos hasta ver los arcos de entrada a meta.

21 kms dan para mucho cuando vas en solitario, no podía ni quería seguir el ritmo de nadie, sólo pensaba como sería ese momento en que cruzas el arco de meta.

He de reconocer que tuve momentos de miedo, de bajón psicológico, pero me aferraba a los aplausos y los ánimos de compañeros y público, en mi cabeza retumbaban palabras de todos aquellos que me han apoyado cada día. Es increíble como la mente saca a relucir palabras guardadas para seguir adelante.

Deje a compañeros atrás lesionados, y como duele ver que van mal y siguen adelante a pesar de todo.

Mis últimos 500 metros los hice llorando, la emoción me pudo, lo había conseguido a pesar de todos los inconvenientes, comenzaba a cruzar arcos, llegue sin voz a meta, la emoción no me dejaba articular ni una sola palabra, sólo quería llorar.

Una media maratón que nunca olvidare, la disfrute paso a paso, kilómetro a kilómetro.

Me he demostrado hasta donde puedo llegar, no tenía que demostrar nada a nadie, sólo a mi.

Esta dedicada a todos los que han sufrido mis pataletas, mis entrenamientos, a los que me han apoyado, a los que han creído en mi y a los que no lo han hecho, he sentido la fuerza de todos en cada metro superado.

Una experiencia sin duda para repetir, pero esta quedara marcada por siempre en mi cabeza.

Sí puedes soñarlo, puedes lograrlo.